Abstract:
El momento que vivimos exige al profesional de la educación que asuma su rol de tutor, su quehacer no puede limitarse solo a dar conocimiento ya que estos pierden vigencia a medida que el tiempo pasa y las ciencias progresan. Por esta razón, la tarea educativa de todo docente debe entrarse tanto en la problemática como en las posibilidades de sus alumnos, de allí que el tutor esté llamado a convertirse en un líder especialmente carismático y afectivo, a prodigar un trato respetuoso, a cooperar en la tarea de mejorar la calidad de la comunicación y el clima de las relaciones humanas.