Abstract:
El ser humano viviente constituye el camino primero y fundamental de la Iglesia, especialmente cuando recorre el camino del sufrimiento, porque Jesucristo bendice al discípulo que lo visita estando enfermo. Por tanto, el creyente continúa encontrando al Hijo de Dios al visitar a los sufrientes y anunciar el Evangelio de la Vida.