Abstract:
Tengo la alegría de acercarme a Sallique, una comunidad muy alejada de la provincia de Jaén, pobre y olvidada, con cuya gente compartí la existencia entre los años 1979-1982 a través de las visitas mensuales y "recorridos" frecuentes por toda la jurisdicción del distrito, en los primeros momentos de ministerio sacerdotal. Han pasado nueve años, 1991 y el Señor me ha regalado la dicha de regresa para quedarme de forma estable, en el mismo Sallique, por espacio de ocho meses. Mi intención con el presente trabajo es acercarme a un pueblo, sede del Curato de San Juan de Sallique en la época colonial, que conserva viva su fe cristiana y la manifiesta con sencillez, humildad y espontaneidad, para constatar que la semilla evangélica sembrada haca mediados del siglo XVII, ha ido creciendo, echando raíces profundas, produciendo los frutos de caridad y solidaridad cristianas que hoy nos ofrece.