Abstract:
La categoría de la política es el bien común, este bien es superior al bien particular (personal familiar). Por lo tanto, el ejercicio de la política es la búsqueda de la vida buena de la Polis. El ejercicio de la política implica la práctica de las virtudes. Y por ende, el buen gobernante debe ser un hombre virtuoso. La virtud propia del gobernante es la prudencia, siendo la prudencia la síntesis de todas las virtudes. Es por ello, que el buen gobernante debe ser prudente. Puesto que, la función principal de la prudencia es dirigir y andar, en el sentido de orientar a las demás virtudes. Y por tanto, encuentra una razón especial de régimen y orden en los actos humanos.