Abstract:
Dios confió a San José la custodia de sus tesoros más preciosos. Y sus tesoros más
preciosos fueron Jesús y su madre: María. Al lado de ellos, San José ha cumplido los
designios del plan de salvación, de modo que su figura se entiende plenamente junto al
Mesías y su Madre.
San Agustín, con todo lo que ha desarrollado en otros temas teológicos, ha
dedicado también unas líneas a la figura del padre de Jesús. Pero no ha dejado un tratado
sobre su persona, ni pretendió legar a la posteridad una doctrina organizada sobre San
José, sino que su enseñanza sobre el padre virginal de Jesús ha quedado esparcida en
muchos de sus escritos. Además, cuando trata su figura nunca lo hace independientemente,
sino que se halla en estrecha relación con Jesús y María. San Agustín, desde que empieza a
reflexionar acerca de San José, lo ubica en el lugar que le corresponde; al lado de Jesús y
María. De este modo, San Agustín establecía un principio que sería seguido puntualmente
por la teología posterior cuando tratase al padre de Jesús.